domingo, 7 de abril de 2013

Serenatas de amor






ALGUNAS PALABRAS A EROS:





ΚΗΡΙΟΚΛΕΠΤΗΣ:

EL LADRÓN DE MIEL.

Al ladrón Eros, que robaba un día miel de las colmenas le clavó un aguijón una malvada abeja; todas las puntas de los dedos le picó. Y a él le dolían y soplaba su mano.

Pateaba el suelo y daba saltos. Le mostró a Afrodita su dolor, y se quejaba de que un animalito minúsculo, una abeja, produjera semejantes daños.
Y la madre riendo...:- ¿Pues qué? ¿No eres tú igual que las abejas, tú que eres pequeñito y causas heridas tan tremendas?.

TEÓCRITO, IDILIO XIX.




ΕΡΩΣ ΔΡΑΠΕΤΗΣ:

EROS FUGITIVO.

Cipris anunciaba a gritos reclamando a Eros, su hijo:
- Si alguien ha visto a Eros vagando en las encrucijadas, es mi fugitivo. Quien lo denuncie tendrá su recompensa: la recompensa es el beso de Cipris; y si me lo trae, el beso no irá solo: tú, extranjero, tendrás un poco más.
Es el niño notable: lo reconocerás entre veinte.
De piel no es blanco, sino como el fuego; sus ojos penetrantes y ardientes; malas sus intenciones, dulce su habla. Porque no piensa y habla lo mismo: su voz, como la miel; su pensamiento, en cambio, es hiel.
Es salvaje, tramposo, no dice la verdad, es un crío engañoso que juega juegos salvajes.
Su cabeza tiene bellos cabellos, y descarado el rostro.
Sus manitas minúsculas, pero lanza muy lejos: alcanza incluso el Aqueonte y los reinos del Hades.
El cuerpo, claro, está desnudo entero, pero tiene la mente bien poblada.
Item más, como pájaro alado vuela detrás de uno y otro -varones y mujeres- y suele posarse en las entrañas.
Tiene un arco pequeño y en el arco, una flecha;
Minúscula es la flecha, pero llega hasta el Éter.
En su espalda hay un carcaj de oro; dentro están los cálamos amargos con los que hiere...incluso a mí.
Todo esto es cruel, por cierto; pero mucho más lo es su antorcha.
Pequeña como es su antorcha, enciende al propio sol.
Si lo coges, condúcemelo atado y no te apiades.
Si ves que llora, !guárdate, no vaya a engatusarte!
Y si se ríe, sigue tú arrastrándolo. Si quiere darte un beso, huye: malo es su beso, sus labios son veneno.
Si te dice: "Tómalas; todas mis armas te las regalo", 
no toques tú esos dones seductores: en fuego están bañados".


MOSCO.


APHORISMI EROTICI

AFORISMOS ERÓTICOS





Renegando de Eros, no sabéis que intentáis
apagar con aceite un fuego ardiente.
El alma de quien ama y una lámpara unas veces
se encienden por el viento, y otras vuelven a apagarse.
Si bebemos...de licor nos embriagamos y ya no estamos cuerdos,
en cambio Eros me tiene abrasado con...de fuego.



QUEJAS DE AMOR:








"Nada es más dulce que el amor. Los otros bienes quedan 
para el segundo puesto; hasta la miel la escupo de mi boca".
Esto mismo dice Nóside, y es que...quien no ha sentido el beso de Afrodita desconoce qué flores son sus rosas.

NÓSIDE,  V 170.


Coronas, quedáos suspendidas encima de estas puertas,
no sacudáis enseguida vuestras húmedas hojas
que empápe con mis lágrimas- pues son lluviosos los ojos de un amante.
Cuando, abierta la puerta, veáis que está saliendo,
dejad caer mi lluvia sobre su cabeza, por que su rubio pelo
beba mejor mis lágrimas.

ASCLEPÍADES, 4 (V 145).

Era noche. Llovía, y -como tercer dolor para mi amor- 
el vino. Viento del norte helado. Yo, en soledad,
en cambio el bello Mosco salía triunfador. "Ojalá tú también
hubieras andado errante sin encontrar reposo en una sola puerta,
de esta forma lancé, empapado, un grito. ¿Hasta cuándo, Zeus,
oh Zeus amigo? Callaré, que también tú sabes lo que es amar.


ASCLEPÍADES, 10 (V 167).


Larga noche y hay tormenta. El sol se pone en las Pléyades.
Yo estoy bajo la lluvia, paseando delante de su puerta,
herido de deseo por la pérfida aquella. No es amor, es un dardo
doloroso de fuego lo que me ha lanzado Cipris.



ASCLEPÍADES, 14 (V 189).


!Bebe, Asclepiades! ¿A qué vienen tus lágrimas? ¿Qué pasa?
La implacable Cipris no te ha tomado a ti solo por botín
ni sólo contra ti el amargo de Eros ha afilado sus flechas y su arco.
¿Por qué en el polvo yaces si todavía alientas?
Bebamos de Baco el licor puro. Le queda un dedo al día.
¿O quieres que guardemos a la antorcha que nos lleve a casa?
!Bebamos! !Nada es Eros! Después de poco tiempo
dormiremos la noche interminable.


ASCLEPÍADES, 22( XII 50).


El vino es la piedra de toque de amor. A Nicágoras, que negaba
estar enamorado, lo han traicionado los numerosos brindis.
Rompió a llorar con la frente inclinada; su mirada se fijaba 
en el suelo y su corona no se sostenía.


ASCLEPÍADES, 26 (XII 135).


Ya florece el narciso amante de la lluvia;
florecen las violetas y florecen los lirios que pueblan la montaña.
Pero, también mi amada, flor bella entre las flores,
Zenófila, florece como una dulce rosa de Peithó.
!Oh prados! ¿a qué reír en vano alegremente con vuestra cabellera?
Esta joven supera a las coronas perfumadas.

ANTÍPATRO DE SIDÓN,  11 (V  144).

Trenzaré las violetas, trenzaré con los mirtos
el narciso tierno, y trenzaré los sonrientes lirios
y el suave croco. Y además el jacinto
purpúreo y las rosas amantes del amor
para que en las sienes de Heliodora
derrame sus flores la corona por los lindos bucles de su pelo.

ANTÍPATRO DE SIDÓN, 12 (V 147).

Mosquitos, vocingleros, impúdicos, chupones
de sangre humana, dípteros monstruosos de la noche,
dejad un poco a Zenófila os suplico, que duerma plácido sueño.
!Aquí tenéis mis miembros, cebaos en mi carne!
Mas ¿a qué hablar en vano? Hasta las fieras crueles
quieren cebarse en su piel delicada.

ANTÍPATRO DE SIDÓN, 15 (V 151).

Dicen unos que es lo más bello sobre la negra tierra
una hueste de infantes, otros, que de jinetes,
y otros, que de navíos. Mas yo afirmo
que lo bello es lo que uno ama.


SAFO,  6 (16 P).

Locuras y rencillas
son los dados de Eros.

ANACREONTE , 27 (111).

Eros de nuevo, por voluntad de Cipris
me caldea el corazón derramándose dulce.

ALCMÁN, 6.

Empápate de vino los pulmones, que retorna la estrella del verano,
Es áspera la época, bajo la insolación sediento se halla todo,
en la fronda retumba la cigarra cantora, y se sus alas esparce un canto claro y persistente.
El cardo ya está en flor. Ahora son más perversas las mujeres, más débiles los hombres, y es que Sirio reseca su cabeza y sus rodillas.

ALCEO, 4.



Tal ansia de amor insinuándose bajo mi corazón
derramaba en mis ojos una gran tiniebla
robándome de mi pecho las tiernas entrañas.

ARQUÍLOCO,   5 (189).

¿Qué vida hay, o qué goce, sin la dorada Afrodita?
Ojalá muera, cuando ya no me importen
el amor a hurtadillas, o los dulces regalos y la cama,
cosas que son encantadoras flores de juventud
para hombres y mujeres. Que cuando llega la molesta
vejez, que hace al hombre por igual feo e innoble,
no dejan de afligirle el pensamiento malas preocupaciones
y no se complace contemplar los rayos del sol,
sino que resulta repugnante a los muchachos y sin valor a las mujeres.
Así de dolorosa hizo dios la vejez.


MIMNERMO , 1 (1)



Παρακλαυσίθυρον

Serenata: canto ante la puerta cerrada del amado/a.

Es el canto del exclusus amator: at lacrimans exclusus amator limina saepe floribus et sertis operit. 
Lucrecio De rerum Nat. 1177.




Por parte de los dos fue la elección.
Nos unimos. Cipris es garante
del amor. Me atenaza el dolor
cuando recuerdo
cómo me besaba cuando estaba tramando
abandonarme
ese descubridor de mi desequilibrio,
el que fundó mi amor.
Eros me poseyó,
no es que lo niegue.
!Astros amigos, y soberana Noche consocia de mi amor,
escóltame una vez más hasta quien Cipris
me lleva prisionera- y también Eros
que de mí se apoderó en demasía!

Tengo por compañero en este viaje al mucho fuego
que arde en mi alma.
Esto me ofende, esto me entristece:
el que engañó mi corazón,
el hasta hoy soberbio,
afirmando que era (Cipris) culpable de que yo la amara
no ha soportado ahora
la presente injusticia.
Voy a volverme loca: me sujetan los celos
y estoy en un incendio abandonada.

Por eso mismo arrójame ahora las coronas;
sola con ellas me acostaré.
Señor, no me dejes con la puerta cerrada;
recíbeme; me contento, deseo ser tu esclava.
El amar locamente lleva gran aflicción:
hay que soportar los celos, buscar cobijo, tener paciencia;
si a uno solo te arrimas, solamente serás un insensato,
pues el amor exclusivo te hace enloquecer.
Sabe que el furor que tengo es invencible
cuando la emulación se apodera de mí. Enloquezco
si voy a dormir sola,
y tú rehuyes acostarte conmigo.
Mas si ahora estamos enfadados, es necesario
llegar pronto a un acuerdo.
¿No tenemos por eso amigos
que juzgarán quién es culpable?